Lesiones benignas de la piel, como quistes sebáceos y tumores cutáneos.
Bultos en la piel, a veces dolorosos o infectados.
Examen físico, biopsia.
Extirpación quirúrgica.
Trastornos que afectan la glándula tiroides, incluyendo hipotiroidismo, hipertiroidismo, nódulos tiroideos y cáncer de tiroides.
Incluyen la apendicitis, una inflamación del apéndice.
Incluye gastritis, úlceras gástricas, cáncer gástrico.
Protrusión de un órgano o tejido a través de una abertura anormal en la pared abdominal.